Archivos diarios: May 13, 2013

Samsara संसार

El Samsara es este mundo lleno de dolor y tristeza tal como lo conocemos. Todos los seres de este mundo están sujetos a la ley del karma. Karma significa acto volitivo, es decir, algo que uno hace, dice o piensa y que de hecho está bajo su control. Todos los actos de este tipo tienen consecuencias morales llamadas vipaka, que significa fruto. En el Budismo tradicional, estas consecuencias pueden ocurrir en esta vida o en una vida futura.

La mayoría de los Budistas creen en el renacimiento. Para muchos, el renacimiento no es diferente de la creencia de los Hinduistas, por ejemplo, en la reencarnación o en la transmigración de las almas (pasar del viejo cuerpo que muere a uno que acaba de nacer o de ser concebido). Con un poco más de precisión, sin embargo, el renacimiento no es más que la transmisión del propio karma. Buda lo comparaba con la llama que pasa de una vela a otra. Así pues, la idea de un alma inmortal, de una personalidad continua, no es de ningún modo una parte del concepto del renacimiento.

El renacimiento y otros conceptos similares no forman parte de la mayoría de las culturas occidentales, así que muchos budistas occidentales y algunos budistas de oriente, toman el renacimiento como una metáfora, más que literalmente. El Budismo nunca ha sido una religión  anclada en lo literal, así que esto no es ningún tabú. De hecho, Buda evita a menudo discutir la realidad de una u otra idea metafísica como irrelevante para la práctica del Dharma.

La imagen de abajo es la Rueda de la Vida tibetana, que representa el Samsara. En el centro, hay un gallo cazando a un cerdo que caza a su vez a una serpiente que trata de cazar al gallo, es decir, el deseo, el odio y la ignorancia. Alrededor de ellos hay personas ascendiendo el semicírculo blanco de la vida, junto a otras que descienden el semicírculo negro de la muerte. La mayor parte de la Rueda está dedicada a la representación de seis reinos: el reino de los dioses, el reino de los titanes, el reino de los humanos, el reino de los animales, el reino de las almas en pena y el reino de los demonios, cada reino presidido por su propio boddhisattva. La parte más exterior del círculo la componen los doce pasos del origen dependiente. La Rueda al completo está sujetada por Yama, el Señor de la Muerte.

Samsara

Siente el aliento de la vida…

TÉCNICA DE MEDITACIÓN TIBETANA

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Consiste en el conteo de respiraciones. Tomamos una profunda inspiración y la exhalamos,

relajándonos y distendiéndonos cada vez que exhalamos. Tomamos cada respiración partiendo desde el estómago para hacer así respiraciones completas. Empezamos a respirar normalmente desde este momento y con cada inspiración contamos 1, con la expiración contamos 2, con la inspiración contamos 3 y así sucesivamente, concentrándonos y evitando que cualquier pensamiento penetre entre la respiración y conteo de números. No permitiendo que si un pensamiento surge en nuestra consciencia le prestemos atención, sino que debemos seguir con nuestra atención totalmente puesta en la respiración y el sucesivo conteo. Ni siquiera debemos esforzarnos, simplemente continuamos contando, sin prisas. Para comenzar no hace falta adoptar la postura del loto o medio loto. Podemos sentarnos en una silla con la espalda bien recta y las manos sobre los muslos. Podemos empezar haciéndolo una vez al día, mejor por la mañana o antes de acostarnos, comenzando con 10 minutos hasta llegar, en la medida de lo posible, a media hora.